El cineasta José Cortés explora su vínculo íntimo con Llallauquén en su nuevo documental

El cineasta José Cortés explora su vínculo íntimo con Llallauquén en su nuevo documental

El cineasta José Cortés explora su vínculo íntimo con Llallauquén en su nuevo documental
  • Realizador participa en DOCUMENTA SUR, laboratorio acelerador de proyectos y asesorías que cuenta con recursos del Fondo de Fomento Audiovisual, Convocatoria 2023, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, gestionados por Tonina Sur Films.
  • Junto al productor Alejandro Ugarte (Infractor Films) presenta “Algo me pasa con Llallauquén”. Es un retrato íntimo que explora en sus propias conexiones con la localidad ubicada en la Provincia de Cachapoal, Región del Libertador Bernardo 0’Higgins. Ahí pasó su infancia y de esos parajes tiene decenas de horas de grabación que son la base de su documental.

“Llallauquén es mi hogar”. La afirmación es del cineasta José Cortés y bien podría ser la aclaración a por qué decidió trabajar en un proyecto de largometraje documental sobre la localidad que posiblemente no muchos conocen. El lugar está ubicado en la Provincia de Cachapoal, Región del Libertador Bernardo O’Higgins, tiene un anfiteatro ecológico a orillas del lago Rapel como uno de sus principales atractivo; y ahora busca salir al mundo como un filme llamado “Algo me pasa con Llallauquén”.

La propuesta de Infractor Films es del director José Cortés y del productor Alejandro Ugarte (productor del largometraje “Perro Bomba”). Actualmente participa en DOCUMENTA SUR, laboratorio acelerador de proyectos y asesorías que cuenta con recursos del Fondo de Fomento Audiovisual, Convocatoria 2023, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, gestionados por Tonina Sur Films.

Gracias a ello es que el equipo realizador ha participado en talleres y asesorías especializadas con diversos profesionales del rubro cinematográfico internacional. La meta es orientar de mejor forma el camino que debe tener el proyecto con miras a su materialización, futuro estreno y eventual presentación de otras instancias de industria a nivel nacional e internacional.

“Este documental comenzó a tomar forma a mediados de 2022, cuando comencé a trabajar un primer corte con las decenas de horas de material de Llallauquén que venía acumulando hace años y que ya empezaban a pesar demasiado en la ‘mochila de proyectos’. Necesitaba hacerme cargo de ese material que había dejado de lado, pero que al mismo tiempo tenía siempre presente y que seguía acumulando”, dice Cortés.

Y agrega: “Yo sabía que todo ocurría en Llallauquén, que salía mi familia, incluyéndome. Sabía que había una atmósfera y una forma de grabar definida. Y por sobre todo sabía que había una película ahí escondida, que llevaba tiempo pidiéndome que la encontrara, pero no sabía dónde empezaba ni dónde terminaba todo esto, entonces era abrumador a la hora de empezar a montar. Quería armar el rompecabezas sin siquiera saber qué forma tenían las piezas, una vez estas piezas estuvieron listas, la película se fue develando de a poco y tomando forma”.

“Algo me pasa con Llallauquén” está en etapa de montaje, aunque cuenta con un primer corte resultado de un proceso inicial de realización que partió cuando ya iban más de dos años de registros. Eso ocurrió incluso antes de que existiera un guion. Tiene a su haber la adjudicación de recursos del Fondo de Fomento Audiovisual, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que en 2023 permitió abordar la postproducción de mejor manera.

En DOCUMENTA SUR el proyecto se vuelve a abrir a posibles cambios. “Siento que es muy bueno que DOCUMENTA SUR involucre talleres destinados a todas las etapas del proceso del documental. Para este proyecto ha sido muy nutritivo poder replantearse y crecer al involucrarse en etapas que técnicamente se saltaron en un inicio. Es como un repaso final a todos los aspectos de la película para revisar que todo vaya quedando lo mejor posible”, aclara el realizador.

José Cortés vivió desde pequeño en Llallauquén, por eso lo considera su hogar. Aunque se siente ajeno a la forma de vivir llallauquenina. “Fue este choque entre personaje y lugar lo que fue construyendo la historia, y provocando que me insertara cada vez más en la película. Antes, previo a este proyecto incluso, mis ideas de hacer una película con Llallauquén jamás me incluían a mí como personaje. Como yo no me encontraba ahí, no me hacía sentido estar en una película sobre ese lugar, sentía que iba a manchar esa ‘esencia’ del pueblo que me interesaba mantener. Ha sido grato ir descubriendo con este proyecto, que estando en la película no se altera esta esencia y al mismo tiempo le añade nuevas capas al pueblo, volviéndolo mucho más complejo y similar a la vida real. Incluso me ha servido en lo personal para validarme como habitante de Llallauquen”, explica.

Otro de los aspectos fundamentales en la génesis de “Algo me pasa con Llallauquén” fue la pandemia. Debido a la crisis sanitaria que provocó el covid-19, Cortés tuvo que irse de Santiago y volvió a Llallauquén para estar con su familia. Al principio lo planteó como algo pasajero, pero Chile tardó en volver a la normalidad y eso cambió sus planes. 

“Fue un proceso de aceptación no ajeno a frustraciones y desilusiones. Igual el estar haciendo esta película que se trata de habitar un lugar, mientras seguía en aquel lugar, abrió una nueva relectura de mi experiencia en Llallauquén. Es interesante estar dirigiendo algo donde eres el personaje. Constantemente comparaba mi ‘yo real’ con el representado en la película, haciendo el balance entre veracidad y verosimilitud, tanto para afinar detalles de la película, pero también para hacer autocrítica. Esta película literalmente me permite mirarme desde afuera, entonces en algún punto, mi ‘yo real’ empezó a cuestionarse a partir de lo que iba aprendiendo del yo representado, viendo que cosas me interesaban potenciar y qué cosas me interesaba directamente cambiar”, indica el director.

¿Cuál es el gran potencial que tiene la historia? ¿Qué la hace tan especial? José Cortés, responde: “Lo principal es su intimidad. Todas esas apreciaciones personales que me rehusaba a incluir en un principio, fueron las que dotaron a esta película de una sinceridad que no había logrado alcanzar previamente. Inicialmente estaba construyendo una versión estereotipada de la ruralidad chilena, por lo mismo al principio era reacio a la idea de incorporarme como un personaje, porque no encajaba con la caricatura del habitante rural chileno. Luego de decidir ‘entrar’ en la película se hizo evidente lo importante que era incluir personajes no estereotípicamente campestres al momento de representar el imaginario rural chileno. Este enfrentamiento entre un personaje más disidente que su entorno otorga a Llallauquén nuevas capas de lectura y una complejidad muy atrayente. Durante el proceso, mi familia se fue sintiendo cada vez más cómoda con la cámara, hasta al final llegar un punto en el que la película logra capturar momentos únicos desde muy cerca y creo que eso aporta mucho esta idea de intimidad. También creo que se ha logrado construir una experiencia inmersiva de cómo es habitar Llallauquén”. 

Sinopsis

“Llallauquen” sigue la historia de Cote, un joven que regresa a su pueblo natal durante la pandemia, solo para encontrarse atrapado en un encierro indefinido que lo lleva a cuestionar su sentido de pertenencia. A medida que se sumerge en la vida comunitaria y se reconcilia con su familia, descubre que la auténtica conexión con su hogar va más allá de la participación superficial, revelando el poder transformador de las relaciones familiares y comunitarias en tiempos de incertidumbre.